10 secretos que necesitas saber sobre el matrimonio

10 secretos matrimonio

Hay muy poca gente que sabe realmente en lo que se está metiendo cuando se casa. Todos tenemos una idea de lo que es el matrimonio, tenemos esperanzas, sueños y expectativas de cómo será. Vemos películas, series e incluso observamos matrimonios a nuestro alrededor intentando hacernos una idea de cómo viviremos en esto que llamamos el santo matrimonio. Pero no lo sabemos realmente hasta que estamos dentro de él, ¿no crees?

Hay muchas cosas que sabía y entendía cuando me casé pero también hay muchas otras cosas que nunca me podría llegar a imaginar. Aun a día de hoy estoy aprendiendo.

El matrimonio no puede sanarnos ni puede completarnos pero puede ser usado por Dios para transformarnos si se lo permitimos. Aquí os pongo algunas de las lecciones que estoy aprendiendo:

1. El matrimonio es más íntimo que el sexo. Una de las cosas en las que más piensan los solteros al casarse es en el sexo. En nuestra sociedad, el sexo es la marca de la intimidad en una relación. Mientras que hay mucho valor y cercanía en el sexo, un buen matrimonio es lo que hace que tengamos buen sexo y no al revés. Antes del matrimonio no entendía que la verdadera intimidad viene del compromiso que tenemos hacia esta única persona por el resto de nuestra vida. La verdadera intimidad es tener la oportunidad de permitir que otra persona mire en lo profundo de tu vida, tu mente, tu corazón y tu alma.

2. El matrimonio revela tu egoísmo, pero puede ayudarte a cultivar el mirar por los demás. Yo sabía que tenía la habilidad de ser egoísta pero no sabía que de hecho lo era hasta que me casé. Desde las cosas más pequeñas como dónde comer o quién tiene que tener el mando a distancia, hasta las cosas más significativas como pedir disculpas o perdón o poner sus necesidad antes que las mías. Al final aprendes que el mirar por los demás es algo que se tiene que vivir y practicar. Ésta es una dura lección que he tenido que aprender para mi vida y un claro recordatorio de como Dios entregó a su Hijo por mí. He aprendido a ser más como Él a través de está lección en mi matrimonio.

3. Ser uno significa literalmente…uno. Todos pensamos en los beneficios de ser los dos uno o estar unidos, pero a veces no consideramos estas cosas: una casa, una cama, un baño, un espejo que comparitr en el baño, una cuenta bancaria, etc. En el matrimonio reaprendes la lección que diste en el colegio acerca del «compartir» pero lo aprendes de una manera que no te enseñaban en la escuela. Aprendes a dejar a un lado la mentalidad del esto es tuyo o mío porque en el matrimonio ahora todo es «nuestro». Es algo muy difícil a veces pero también es algo muy bonito. Es un recuerdo de que al final del día lo que es mio es tuyo pero si lo pensamos bien, todo lo que tenemos no es nuestro realmente, es de Dios.

 4. En algún momento, te sentirás decepcionado. Lo sé, este punto fue una cruda realidad. No sé por qué no pensé que podría pasarme. Ahora me doy cuenta de que mi esposa y yo somos seres humanos y como tales fallamos muchas veces. Mi esposa y yo nos amamos profundamente pero también nos hemos herido alguna vez. Cuando permites que alguien meta su corazón en el tuyo, no hay ninguna duda de que algún día sentirás un dolor. Quizá en forma de una palabra desagradable, una acción dura o un momento egoísta. Pero cada herida es un recuerdo de nuestra necesidad de amar mejor y más profundamente.

5. Te guste o no aprenderás el significado del perdón. Con la certeza de que serás herido viene la realidad de que necesitarás aprender a perdonar. La lección más grande que puedes aprender es que el verdadero perdón no viene porque la persona que está enfrente de ti se lo merezca, sino que viene de un corazón que entiende cuanto hemos sido perdonados aunque nosotros tampoco nos lo mereciésemos.

6. El matrimonio te costará algo. No estoy hablando del dinero de la boda. Eso no es nada en comparación al coste emocional que viene siendo «uno». La verdad es que pierdes una parte de tí mismo. Intercambias una parte de lo que tú eres por lo que «vosotros» sois. Aprendes a dar y recibir y después aprendes a dejar ir aquellas cosas que no son tan importantes. Finalmente te das cuenta de que lo que has dado es muchísimo menos de lo que has recibido. El amor es así de bueno.

7. El amor no es un sentimiento, es una serie de decisiones. Hablemos de una realidad comprobada. Antes del matrimonio no puedes entender que los sentimientos tan fuertes que sientes no vayan en otra dirección que no sea hacia arriba. Después, un día te das cuenta de que no puedes confiar en los sentimientos porque los sentimientos van y vienen. Quizás alguna vez puedan ayudarte como brújula pero nunca como algo definitivo a lo que seguir. El amar es fácil cuando te sientes apasionado por esa persona pero cuando no te sientes así eso si que es una prueba de amor verdadero. Tienes que escoger amar, dar y servir por el compromiso que hiciste con esa persona. Es elegir al otro en vez de escogerte a tí mismo. Esa es la verdadera definición de amor en su forma más pura.

8. El matrimonio te enseñará cómo comunicarte. ¿Te gusta hablar? ¿No te gusta hablar? Bueno realmente no importa, da igual como seas comunicando tus sentimientos, el matrimonio te forzará a que saques lo que llevas dentro hacia fuera. Hará que te preguntes acerca de tus opiniones, creencias, ideas y sentimientos y los compartas con el otro. Causará que respondas a las preguntas difíciles porque la comunicación es vital entre dos personas. No hay otra manera. Hará que tomes responsabilidad no sólo en lo qué dices sino en cómo lo dices: el tono, el lenguaje corporal, el sarcasmo, etc.

9. El matrimonio no es tu destino final. Antes de casarte es fácil ver el matrimonio como el gran final. Es lo que soñamos y por lo que vivimos. Es la fuerza que nos impulsa en este camino llamado vida. Después finalmente llega y….¿ahora qué? Tu propósito y pasiones se extienden mucho más allá de tu relación con tu cónyuge. Es bonito ver como el amor entre tu marido/mujer y tú se refleja en el mundo a vuestro alrededor. El matrimonio no es el final, es sólo el principio.

10. El matrimonio te da una visión de muchas más cosas. Hay una razón por la que Dios usa la analogía del matrimonio para describir el amor por su Iglesia, porque ninguna relación se comparará a la intimidad que se intercambia en esta conexión. No sólo se maginifca el amor de Dios a través de las lentes de un matrimonio sano sino que también Él lo usa para moldearnos, refinarnos y pasarnos por fuego, haciéndonos de esta manera más como Él. Reflejar a Jesús es el mayor honor en el que podemos participar en lo que se refiere al matrimonio pero más aun, es lo único que mantendrá vivo nuestro matrimonio.

Samuel

Nací en España en 1986. Ingeniero de telecomunicaciones y músico. Me encanta el mundo de las tecnologías, viajar y el séptimo arte, pero mis verdaderas pasiones son Dios, mi esposa y mi hija.

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