6 palabras de sabiduría

6 sabios consejos que nos da una anciana sobre su matrimonio de nada más ni nada menos que 60 años y siguen amándose el uno al otro como el primer día. Sin duda, es algo a tener muy en cuenta tras su larga experiencia.

1. Sigue el «Manual de Vida».  Que mejor manera de vivir la vida tal y como nos recomienda el manual de vida que todos conocemos llamado Biblia. En él, esta mujer aprendió que se tenían que amar el uno al otro como Dios nos ama.
2. Conviértete en un gran perdonador. Esta anciana cuenta que muchas veces a lo largo de los 60 años de matrimonios, tenían que salir estas palabras de su corazón: «¿me perdonarías una vez más?. No esperes que sea el otro el que te venga a pedir perdón. Toma la iniciativa y vete a pedirle perdón tú.
3. No apuntes los errores cometidos del otro. Arregla los problemas a su tiempo y deja que el pasado sea el pasado. No los saques de nuevo a relucir en el futuro, déjalos enterrados.
4. Guardar los conflictos para vosotros.  Nunca discutas delante de los niños. Si tienes compañía, no dejes que vuestros conflictos estén en boca de todos, mejor resolvedlos en privado. Guardadlos para vosotros y resolvedlos juntos más tarde.
5. Cultiva el pasar tiempo juntos. Esta anciana cuenta que eran los mejores amigos. Se reían juntos, se gastaban bromas, jugaban, se amaban y se ayudaban el uno al otro. Iban de vacaciones juntos, a acampar, de excursión, etc.
6. Permanece a su lado. Soñad juntos, planificad juntos. Nos cuenta la señora que siempre estaba al lado de su marido en todo lo que hacía  y si tenía que enfrentarse a algo le animaba a que fuese a por ello, porque allí iba a estar ella para apoyarlo. Recuerda el pacto que hiciste de estar a su lado tanto en la salud como en la enfermedad.

¿Tuvieron problemas esta pareja? Por supuesto que si pero siempre volvían al Manual de vida, la Biblia, donde leían que se tenían que amar el uno al otro como Cristo los amaba, orar el uno por el otro, perdonarse como Cristo les perdonó, seguir mirando hacia adelante y dejar que el pasado sea el pasado. Fue Dios quien mantuvo este matrimonio unido. Sin duda, un ejemplo a seguir.

«Y los que eran dos, serán hechos una carne: así que no son más dos, sino una carne. Pues lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre.» (Marcos 10:8-9)